
Ayer fue un día convulso. Todos sabeis la razón. Las Fuerzas Aéreas americanas, en una operación relámpago, asaltaron la vivienda de Bin Laden y lo mataron junto con 4 personas más, arrojando su cadáver al océano.
Como era de esperar, el júbilo
estalló en USA (la foto es de Times Square). Como dijo Obama: "se ha hecho justicia". Quien conozca bien USA, no se sorprenderá en absoluto que un acto de venganza en forma de asesinato (que es lo que
se hizo, por malvada que sea la víctima)
sea considerado un acto legítimo de justicia.
Es obvio que Bin Laden es el asesino de masas más famoso del siglo

XXI, al igual que Hitler o Stalin lo fueron en el siglo XX. Se escudó en el fanatismo religioso para lograr que otras personas dieran su vida para masacrar a los teóricos enemigos. Y vaya si lo consiguió. Además de odio, tenía un afán de notoriedad global muy
marcado. Y consiguó su objetivo, que es pasar a los libros de Historia.
Dicho esto, he de decir que no me identifico con las personas que salen a la calle a celebrar que se haya matado a 4 personas. Por muy malas-malísimas que sean. Es cuestión de principios, qué le voy a hacer. Desde pequeño no tolero la violencia, en ninguna de sus manifestaciones.
Una de las influencias más negativas de USA (tienen muchas buenas, por cierto), es la legitimación de la venganza. Lo hemos mamado desde las pelis de John Weyne y muchas películas más. Esta idea, que considero antropológicamente más primitiva

que la justicia ecuánime, no es exclusiva de la política americana. Sin ir más lejos, los fanáticos árabes ya han anunciado que ahora viene su turno. En la espiral de venganza, existe un componente común en ambos lados. Los dos lo hacen sintiéndose respaldado por su "Dios". Peligroso.
Para acabar, diré que los líderes europeos me han decepcionado. En particular, los españoles. Se han congratulado de la muerte de Bin Laden y de la operación en sí. Incluso la ONU ha ido más allá y ha avalado la operación, a todas luces ilegal. O sería legal que entraran 10 helicóteros armados, mataran a 4 personas en suelo español sin avisar siquiera a nuestras autoridades, y luego los arrojaran al mar ?
Os animo a que, en cualquiera que sea vuestro ámbito, lucheis activamente por la concordia, el entendimiento, el pacto, el buen rollo. Y ante los agravios, por bestias que sean, no useis la venganza. A la larga no sirve para nada. Y tengo dudas de que sea ética, por cierto.