Hace tiempo vi una entrevista que le hicieron a Ricky Rubio en USA, casi un año antes de emigrar a la NBA. Me dio una grata impresión su dominio del inglés, en especial del slang del basket, y su manera de expresarse tan yanqui. Era obvio que se iba a adaptar rápido, como así ha sido. Desde el punto de vista deportivo, su juego eléctrico y vistoso auguraba una rápida adaptación a la NBA. Siempre vi que su estilo de llevar la transición del juego, su visión para los alley-hoops y su gusto para los pases espectaculares eran más típicos de la NBA que de la liga ACB. De hecho, su juego se había estancado claramente la última temporada, quizá ya pensando en su salto a la NBA. Sólo le quedaban en mi opinión dos facetas que mejorar: la técnica de tiro y la masa muscular. Pues bien, con el lockout el tipo no perdió el tiempo y mejoró claramente an ambos aspectos.Hay una auténtica pasión en los medios deportivos aquí en USA por Ricky Rubio, que ya era muy esperado. Pero quiero destacar que su eclosión en la NBA no es una casualidad. En mi opinión, se han juntado dos aspectos que por lo general multiplican sus efectos: la
aptitud (sus condiciones atléticas y técnicas excepcionales) y su
actitud (sus predisposición de adaptarse a una nueva cultura y a asimilar una nueva manera de pensar).
Y es que a veces nos olvidamos que la actitud es muy importante para triunfar en cualquier aspecto de la vida, incluyendo el deportivo. En mi experiencia, muchos de los fracasos de la vida no son por falta de condiciones mentales o físicas, sino por no tener la predisposición adecuada.
Disfruta del primer partidazo de Ricky Rubio en la NBA contra los Miami Heats, los máximos favoritos este año.