La semana pasada, Tiger Woods dio una esperada rueda de prensa ante una reducida audiencia. Por una parte, pidió disculpas sobre su conducta por todos sabida y que ha sido fuente de una gran cantidad de comentarios de todo tipo por la prensa y la opinión pública. Por otra parte, aclaró ciertos puntos que consideraba clave como la ausencia de violencia doméstica o la petición de que los paparazzi no sigan al colegio a su niña de 2 años. Por último, confesó que está en el incio de una terapia para superar los problemas y que necesita más tiempo para poder aunar de una manera armónica su vida profesional y espiritual.
Tengo tan sólo 3 comentarios simples a esta noticia:
1. Me parece loable y muy ilustrativo cuando alguien acepta sus errores en público, no echa la culpa de sus debilidades o errores a los demás y además muestra hechos inequívocos que está intentando reparar su daño y trabajar para que no vuelva a ocurrir. Por lo general, los mortales hacemos exactamente lo contrario cuanto cometemos errores.
2. La actitud de Tiger, compungido pero con fortaleza, arrepentido pero comprometido con la reparación de su daño, y con signos claros de asertividad ante los abusos de la prensa con su familia, me han seducido más que sus 14 grand slams.
3. Me quedo con el beso de su madre, que cuando todo parece que se hunde en la vida, siempre acaba estando a tu lado.
Adendum: las personas modélicas no son las que no fallan, sino que aceptan sus errores, los reconocen sin machacarse, y se ponen manos a la obra para mejorar.....
miércoles, 24 de febrero de 2010
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2 comentarios:
Si,pero menudos errores,
!! tantos !! , como mujer cuesta y aún asi creo que su mujer le ha perdonado ....... ¿Interés o Amor profundo?
¿Que no hace una madre por un hijo? eh....!!!!TODO aunque le duela por dentro, un saludo ;) y nos leemos ¿vale? :p
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