Los límites del morbo

Hoy por la mañana he leido una noticia que me ha escandalizado. Se trata de dar la noticia en TV a una familia de la muerte de una hija, para que el público pueda ver en riguroso directo la reacción de duelo inicial.

http://www.dailymotion.com/video/xf4sxr_elle-apprend-la-mort-de-sa-fille-en_news?start=11#from=embed

La visión de la vida de otros nos distrae de nuestras propias miserias y puede tener efectos estimulantes, recreativos e incluso educativos. En el fondo, es la esencia del cine y del teatro. Si se exajera esta tendencia natural del ser humano, ya pasamos a figuras con componente patológico como el "voyeurismo" o el "vampirismo psíquico". Hace más de una década, a raíz de la emisiópn en Holanda de "Big brother", se puso de moda la telerealidad -o reality shows-. Se trata no de simular vidas ajenas como en el viejo arte del cine, sino de presentar vidas reales para que transmitan de una manera más directa, empática y fideligna sus vivencias.

Un día, paseando con mi hermano Roberto, discutimos sobre los límites éticos de este nuevo movimiento. Aunque los participantes son todos adultos y dan su consentimiento, es cualquier reality show ético ? Como suele pasar cuando hablo de ética, la cuestión está en los límites. Pondré un ejemplo. "Operación Triunfo", que contiene un componente de seguimiento diario de los chavales, no llega a los límites de lo éticamente reprobable. Igual que "La Isla de los Famosos". El que quiera irse a trepar cuerdas por una isla o a cantar y que lo graben todo el día, pues que lo haga con libertad. Pero y si subiéramos el tono y quisiéramos mostrar en directo momentos muy "morbosos" de la vida de una persona como el primer encuentro sexual, el momento de la muerte o algo de este tipo. Te parecería igualmente ético ? No, verdad.... Seguro que con el paro que hay si una TV paga bien habrá adultos que sean capaces de vender estas exclusivas. Pero no por ello sería ético. El problema está en los límites. En estos últimos casos, la persona se convierte en un objeto de morbo y no en un sujeto con una entidad humana dotada de dignidad. Porque si se paga, hay gente capaz de perder su dignidad. No tengais dudas.

En este programa, que una TV de en directo la noticia de la muerte de un familiar me parece que traspasa con creces los límites que considero razonable del respeto y la ética. Porque en mi opinión, el morbo también tiene límites.

Final del projecto "FACE HUNTER": 333 caras

Hola amig@s. Han sido más de 5 años. Muchos sábados por la mañana, tras un relajado desayuno, cogí mi bici y una cámara y me fui a captar caras humanas dibujadas por todos los rincones de Barcelona: en muros, paredes, ventanas, puertas, señales de tráfico.....A ese proyecto lo llamé un día "The Face Hunter" o "El cazador de caras". La verdad es que soy un amante del arte urbano y en especial del graffiti. He elegido las 333 caras que más me gustaron y he hecho un collage. La composición circular es de largo la que más me ha gustado. Lo he imprimido en grande y queda guapa de verdad. Quiero dar las gracias a todos los artistas que cedieron su creatividad y su arte a los ciudadanos de a pie.

Quiero compartir con vosotros un graffiti particular y una anécdota de este proyecto. La cara que más me ha gustado durante estos 5 años es la de una teen japonesa, una especie de lolita. Estaba hace años en una calle del Raval, pero ese graffiti ya es historia. Tiene un aire minimalista y una belleza que me cautivaron desde el primer día. La he imprimido en grande y queda espectacular....Ahora va la anécdota. Los graffitis que más me gusto captar no estaban en paredes, sino en las puertas de madera. Un día vi en en la esquina inferior de una puerta un graffiti de una niña con un corazón que me cautivó al instante. Ni corto ni perezoso, dejé la bici apoyada en la pared, esperé a que no llegaran coches y me tumbé sobre el asfalto boca abajo para sacar un primer plano de la cara. Justo cuando saqué la foto, una mano me tocó el hombro. Ostras, la Guardia Urbana !!, pensé..... Pero estava equivocado. De repente, me giré y vi a una señora mayor que me observaba con asombro y que me dijo: "Dr. Bataller, está usted bien?"....era Antonia, una de mis pacientes más antiguas.....Sí, Sra. Antonia !!, expresé algo avergonzado....es que estaba haciendo una foto a esta puerta, le dije ante el asombro de la encantadora abuelita. "Usted haga lo que quiera pero tenga cuidado con los coches, que me toca visita con usted el mes que viene", esgrimió la sorprendida señora......

Bueno, hace tiempo que regalo fotos enmarcadas a la gente que aprecio y en especial a las personas que ha aportado cosas positivas en mi vida. Desde hace un par de años, mientras penaba en acabar este proyecto, tuve claro que la primera persona a la que daría una copia enmarcada del collage es un tipo que me ha hecho reir durante 15 años seguidos. Casi nada. Se lo merece.

TOLERANCIA CERO ?

Desde que en TVE-1 no hay anuncios comerciales, uno de los mensajes que más ponen es una campaña del Consejo Superior de Deportes que reza: "Ante el dopaje, tolerancia cero". Cada vez que lo veo, me pongo nervioso. Y lo hago porque las autoridades del deporte español, en especial su responsable, Jaime Lissavetzky, llevan años siendo condescendientes con el tema del doping. No podemos compararnos con la dureza de países como Alemania, Italia y Francia, cuya sociedad, medios de comunicación y autoridades son impecables con el deportista que se dopa. Ya lo vimos con la Operación Puerto. Ivan Basso y Jan Ulrich fueron suspendidos rápidamente por sus países, mientras Valverde fue defendido a ultranza por la sociedad y autoridades españolas, y tuvieron que ser los italianos los que, heridos por el agravio comparativo, presionaron a la UCI para que finalmente lo sancionara. De hecho, nuestra condescendencia con el doping fue una de las críticas del Comité Olímpico contra la candidatura de Madrid. España lleva 20 casos de doping en el ciclismo de élite en lo que llevamos de año, y hoy mismo, Pat McQuaid, presidente de la UCI, ha dicho que no hay manera que las autoridades españolas se tomen en serio el tema del doping.

Esta semana ha salido a la luz cuatro casos de doping en el ciclismo español (Contador, Mosquera, su gregario y Fullana). Casi nada. Como era de esperar, pues siempre lo hacemos, la sociedad y las autoridades españolas se han apresurado a defender a capa y espada a Contador. Si seguimos la ley antidopaje de la UCI y la AMA, la detección de 50 picogramos de clembuterol en la orina es un caso de doping y debe ser castigada con 2 años de suspensión. Y punto. Así se ha hecho con otros ciclistas en el pasado y por muy compatriota que sea nuestro esto es lo que hay.

A mí me encanta el deporte. Lo practico a diario y sigo de manera fiel la mayoría de deportistas, en especial los españoles. Me duele, como a todos, que nuestros ídolos se dopen. Y lógicamente me ha dolido mucho el caso de Contador, como a todo hijo de vecino. Pero la justicia deportiva no debe entender de países, colores, fanatismos o nacionalismos. Debe de ser para todos igual.

Casi todos los casos de doping en el Tour se dan el último día de descanso, cuando los corredores están menos vigilados, y cuando se avecina la traca final de la carrera, es decir, los días más exigentes. Así lo hizo Landis y otros muchos. Otro asunto destacable es que nunca nadie reconoce el haberse dopado. Es doloroso y humillante. Lo comprendo. Lo que no comparto es que la sociedad crea las excusas esotéricas de los que se dopan.

Sólo en dos ocasiones sonadas, las de Ben Johnson y Maradona, el dopado lo reconoció sin tapujos al ser descubierto. La sociedad los tildó de débiles y de perdedores por haberlo reconocido sin remilgos. Para mí, los dos fueron valientes y aceptaron con mucha dignidad su error. Siempre lo digo cuando hablo de doping. Fueron los únicos que me inspiraron comprensión.

Ya es hora que los políticos españoles sean severos con el doping, pues es un problema que incide no sólo en la salud de los deportistas sino en la influencia de los ídolos como Contador en los jóvenes y niños. Deben hacerlo aunque sea impopular. Aunque les reste votos.