Hoy he ido al cine a ver una excelente película que os recomiendo: "CAZA AL ESPIA". Está protagonizada por Naomi Watts (que está extraordinaria) y Sean Penn, uno de mis actores favoritos. Cuenta la historia real de un matrimonio involucrado en investigar la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Sus informes demostraban que no habían indicios de dichas armas. La peli describe de manera fiable y amena las visicitudes de dicho matrimonio cuando la administración Bush, en concreto los hombres del vicepresidente Cheney, ignoraron sus informes negativos y cambiaron sin pudor los hechos. Si los expertos dicen que no hay dichas armas, se equivocan: no han captado bien la REALIDAD. Tan sólo hay que cambiarla, decirlo con asertividad y naturalidad, y la peña se lo creerá sin problemas. Y así lo hicieron, justificando una guerra que ha matado a más de 100.000 personas. Un punto destacable de la película es la lucha y el coraje del personaje que encarna Sean Penn contra la manipulación y la mentira, algo que por cierto hace también en su vida privada.
Cuando iba a cole, me enseñaron que las personas inteligentes son aquellas más dotadas a adaptarse a la realidad, por cambiante que sea. Ante ambientes nuevos y circustancias y hechos inesperados, el inteligente desarrolla mecanismos compensatorios que le permiten sobrellevar la situación y desarrollar nuevas aptitudes.
Pues bien, ya hace varios años que me he dado cuenta que hay otro tipos de personas. Son personas que "adaptan la realidad" a sus deseos y proyectos. Si la realidad no les va bien, simplemente la cambian. Así de fácil. Así de simple. Hechos objetivos, circustancias irrefutables, realidades comprobables.....todo es susceptible a ser modificado, negado, ninguneado, pervertido. Por lo general suelen ser gente poderosa, con mucha responsabilidad (políticos, dictadores, populistas, jefes, etc). Al cambiar la realidad a sus designios, todo les cuadra a la perfección. Sus predicciones se cumplen siempre, sus errores nunca lo fueron, las consecuencias de sus actos nunca son negativas. Como cambiar la realidad les mitiga el sufrimiento que siempre conlleva la vida, les acaba gustando esta curiosa práctica. Al final, ya no cambian la realidad como una manipulación consciente: se acaban creyendo sus cambios. Es lo que yo denomino: los "fabuladores". Lo malo es que, como dice mi hermano, "la realidad es muy puñetera". Y a la larga quedan retratados. Como Bush, sin ir más lejos.
sábado, 13 de noviembre de 2010
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1 comentario:
Lo bueno de adaptarse a una nueva realidad es que nunca llegue a perderse la esencia.... ^.^
No toques el tema Bush porque ahí me pierde mi lengua viperina de doble filo.... :p ¿Cuanto tiempo y dinero costaría inculcar un mínimo de civismo y cultura a descerebrado como ese, acaso merecería la pena?.... O.O recuerda que las personas inteligentes tenéis un derecho sobre las ignorantes y es el derecho a instruirnos ;)
Un saludo *.*
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