Un par de apuntes de actualidad

Me gustaría comentar de manera muy sucinta dos circustancias bastante actuales. Ahi va:

1. Doping-Operación Galgo-el médico reincidente.
En un post anterior ya os hablé del doping y del hecho de que España es un país permisivo con este tema, empezando por la opinión pública y acabando por las autoridades políticas. Creo que el tiempo me ha dado la razón. Pero no hice un análisis completo y me olvidé de un estamento importante que está contribuyendo sobremanera a este estado de languidez y debilidad contra los que promueven el dopaje: LA JUSTICIA. Todos sabeis que un conocido doctor (no pondré el nombre por deontología profesional) fue el cabecilla de la Operación Puerto y se lucró sobremanera dopando sin piedad jóvenes deportistas que ponían en riesgo su salud por alcanzar mayores metas. Tras un ruido mediático considerable, me sorprendió que la justicia fuera tan cansina, burocratizada y poco asertiva en este caso. Total, que el máximo implicado siguió operando a sus anchas, sin control alguno, y volvió a montar otra red de dopaje en otro colectivo: los atletas. A más inri, ninguna autoridad médica le puso impedimento alguno para seguir ejerciendo. Como médico, no puedo más que indignarme con la actuación de mi colega. Pero como ciudadano, exijo a la justicia que evite lo más raudo posible que este personaje vuelva a reincidir. Qué más tiene que hacer un galeno para que le prohiban seguir ejerciendo ?

2. Túnez.

He de reconocer que soy un tipo viajado. Y ello me ha permitido profundizar en mis inquietudes humanistas. Es imprescindible conocer las singularidades culturales de los países y grupos humanos para entender las cosas que pasan. He estado en dos países del Magreb durante los últimos años: Marruecos y Túnez. Y este año visitaré Egipto. Ahí os pongo una fotillo de unos gatos en una preciosa calle tunecina. Túnez era hasta hace poco quizás el país más tranquilo del Magreb. No está superpoblado, las bolsas de pobreza son menores que en otros países de la zona, y son relativamente organizados. Es por ello que Túnez era una atracción turística muy estable y próspera. Cuando estuve allí, me llamó la atención la honradez y bondad de la gente de a pie. Tengo bastantes anécdotas que demuestran una gran calidad humana de su gente. Habían indicios de una incipiente apertura en la capital, aunque la mayoría de gente mostraba signos claros de sumisión a un régimen teocrático muy típico de los países de esa zona del mundo. Me llamó poderosamente la atención de que cada casa, habitación, tienda, etc tenía una foto del depuesto presidente. Aprocveché mi facilidad para establecer una conversación relajada con extraños para debatir el tema con algunos tunecinos. Me dijeron que en este país el presidente no se elige, se acepta y punto. Es como una figura paternal, a la que has de temer y amar sin rechistar. Me comentaron que no era bien visto criticar al presidente en público (tele, prensa, etc) y que era considerado un acto de deslealtad al país y su gente. Lo que más me llamó la atención es que a pesar de esta TEOCRACIA INFANTIL, como yo definiría muchos de estos regímenes, que tratan a los ciudadanos como auténticos prepúberes, hubiera elecciones supuestamente libres. Siempre gana por más del 90%, me dijo un hombre que me vendió una alfombra roja y me invitó a un excelente té verde.....

En este contexto, considero que los hechos acontecidos en Túnez tienen una gran importancia sociopolítica para el mundo árabe-musulman. El hecho de que gente joven (mirad las fotos de las manifestaciones y vereis que la peña no pasa de los 30) sea capaz de montar una protesta colectiva que obligue a uno de estos reyes-teócratas-dictadores-padres-salvadores a poner pies en polvorosa es un hecho sin precedentes en una región necesitada de libertad y cultura democrática. Como conseciuencia, ha salido a la luz el abuso de su familia, su enriquecimiento extremo, la corrupción y clientelismo generalizado, etc. Algo está cambiando en este mundo. Ya era hora. En estos países, como en otros órdenes de la vida, el que gobierna acaba creyendo que su país o área de gobierno es una propiedad a modo de cortijo en el que puede hacer y deshacer lo que le venga en gana. Eso siempre es posible mientras la gente no se una y proteste. Lo digo por experiencia.