Sobre la superación, la educación y la mentira

Tres apuntes de actualidad sobre temas de radiente acualidad.

1. SUPERACIÓN. Lo de Nadal no tiene nombre. He seguido toda su trayectoria al milímetro, y creo que estamos ante uno de los mejores competidores de todos los tiempos. Hace poco McEnroe y Wilander aseguraban que tardaría 1 año en recuperar su nivel, y que era posible que jamás lo hicieran. Claro, utilizaban un criterio adecuado para competidores de élite normales, no para esta estrella de la superación personal que es Nadal. Ayer perdió 8 de 9 juegos con Del Potro, y cuando pensaba que ya estaba perdido el partido, puso una marcha más y machacó al gigante argentino. Una bestia. Su ejemplo me sigue inspirando cuando creo que he dado lo máximo. Siempre se puede más.

2. EDUCACIÓN. El Papa es el representante de Dios en la tierra, según reza el credo católico. Por tanto, debería tener un aspecto divino y religioso, pero también una parte humana. Pues bien, que las primeras palabras tras ser elegido o en su primer Angelus fueran: "buenas noches" y "buenos días", me pareció un aire fresco de humanidad, de terrenalidad, y de educación, por encima de todo. Creo que lo primero que se puede decir a alguien que lleva horas esperándote es: "buenos dias, que tal". Simple, no ? Ahh, por cierto, qué pronto se ha quitado los gemelos de oro de su camisa, que hacía muchos años que jamás faltaban en la indumentaria del Papa. Otro gesto. Aunque no soy yo quien para valorar al Papa, son gestos que la Iglesia necesitaba como el aire que respira. Espero que no se quede ahí.

3. MENTIRA. Vivo en una sociedad, la de USA, que tiene tolerancia cero ante las debilidades carnales. Cualquier escarceo es sinónimo del fin para un político. Todos sabemos que en Europa somos muy tolerantes sobre estos tema (a veces nos pasamos con el caso de Italia donde un presidente sigue en su cargo a pesar de ser acusado de prostitución de menores). Pero bueno, a lo que voy. Lo que me alucina es la tolerancia infinita que en España se tiene con el político mentiroso. El que roba flagrantemente, y que no se corta un duro en negarlo todo de manera fehaciente. Aunque sepa él que todo el mundo es consciente que miente. Da lo mismo. Total, le votan igual, o incluso más. Hay que regular la actividad de los partidos y sus políticos para que sea más defícil cometer actos de corrupción. Pero mientras sigamos tolerando como sociedad las mentiras flagrantes sin consecuencia alguna, no hay nada que hacer.