Como sabeis todos, ayer murió Hugo Chávez. La figura de Chávez ha sido objeto de mi interés por múltiples razones. Entre ellas, porque tengo buenos amigos venezolanos y porque tuve el honor de visitar Venezuela el año pasado.
Siempre me percaté que el pueblo venezolano estaba muy polarizado antes su persona. O apoyo incondicional sin atisbo de crítica, o demonización por medio de una valoración funesta.
No es mi estilo el rajar de una persona que acaba de morir, y no lo haré por tanto (bueno, en verdad no se ha de rajar de nadie, esté vivo o muerto).
Pero yo no lo veo blanco o negro, como la mayoría de los venezolanos, sino mediante una gran escala de grises. Es tan obvio lo que pienso que seré breve:
GRIS CLARO: el apoyo a los desfavorecidos y la oposición al abuso de los poderosos. El hacer que los más pobres se sintieran importantes en un mundo en el que suele ocurrir exactamente al revés.
GRIS OSCURO: el caudillismo, el control poco democrático de todas las esferas de poder, la manipulación de la gente humilde y el creer que el país era su patio.
Si lo leen mis amigos venezolanos, probablemente sólo vean el negro o el blanco. Le invito que se adentren en el apasionante mundo de los grises, que es mucho más ecuánime.
Sólo espero, como dije en un tweet que mandé ayer, que Venezuela esté unida, sea más segura, más próspera, y que venga el que venga jamás se olvide de los pobres. Pero de otra manera, por favor.
miércoles, 6 de marzo de 2013
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1 comentario:
Si eso mismo se lo preeguntas a la señora que cuida a mis padres en casa te puedo confirmar que ella es una venezolana feliz de que haya desaparecido del mapa....y que conste que yo nunca me alegro de la desgracia de nadie sea quien sea....
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