Una de las ventajas de vivir en medio de la naturaleza y no en un ambiente urbano es que uno puede encontrar otro tipo de amigos. Más naturales y primitivos, pero no por ello de peor calidad.
Yo ya he encontardo un par. Se llaman Mario (pelo canoso) y Lucas (pelo castaño). Los he visitado ya varias tardes, y siempre vienen ante mi voz y me escuchan atentamente, cualidades que definen a los buenos amigos.
Un poco más lejos, en otra casa, vive su primo Tomás (pelo blanco y marrón). Con Tomás no me entiendo. Es distante y va a la suya. Le preocupa más lucir tipito, y es que el chaval está de buen ver. En eso se parece a los humanos. El que tiene de todo, no valora a los demás. El se lo pierde.....
jueves, 27 de octubre de 2011
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1 comentario:
jajaja te vas a convertir como el hombre que susurraba a los caballos :)por cierto me ha venido al recuerdo que hace un par de años en la Albufera de Valencia mientras estábamos haciendo unas fotos... un caballo blanco se acerco a la alambrada que nos separaba... no paraba de mover la cabeza para que le acariciáramos y es que se veía muy bueno y noble.... pero era tan grande que a mi me daba un poco de miedo jajaja.
Un beso mil hombres ^.^
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