lunes, 19 de enero de 2015

Fraternite

Tras superar el shock de los terribles asesinatos en Paris, y al ser un dia emblematico para los derechos humanos, como es el memorial de Martin Luther King que hoy celebramos en USA, me dispongo a hacer una sencilla reflexion sobre el debate en el que estamos inmersos sobre la libertad de expresion.

En primer lugar, dire que quizas lo que mas odio en este mundo es la violencia, ya sea fisica o emocional, y que solo me parece justificada en defensa propia para salvar vidas humanas. Nada mas. Ni por religion (ej. atentados yihadistas o cruzadas en la Edad Media), ni por ideas politicas (ej. fascismo o comunismo en el siglo XX), ni por dominar a otro pueblo, ni como medida preventiva (ej. 6.000 bombas que se tiraron en Bagdag en una noche para prevenir no se que.....). 

Es evidente que en el mundo global en el que estamos el terrorismo yihadista es uno de los problemas mas acuciantes. No hace falta decir que cualquier acto de violencia gratuito en aras a defender a un supuesto Dios me parece execrable. Prevenir nuevos atentados es probablemente el problema de seguridad global mas importante de los paises occidentales. Pero es un problema complejo, en el que hay parametros como la pobreza, sensacion de dominacion cultural, falta de escolarizacion, falta de oportunidades para jovenes, guerras sectarias, etc. Por tanto, la solucion no pasa solo en poner mas detectores de metales en los aeropuertos ni seguir en internet a todo el mundo de la esfera islamica, que son en su inmensa mayoria gente pacifica y decente. La solucion es integral.

En este contexto, yo me pregunto: que uso responsable y sensible de la libertad de expresion tenemos que hacer los ciudadanos para mejorar el problema y no poner mas lena en el fuego ni radicalizar mas a la gente ? Es posible hacer un uso sensible y humano de la libertad de expresion para no herir innecesariamente a otras personas ? Pues claro que si, no faltaria mas. 

Y es que solo he oido voces defendiendo la idea de la libertad que reza el lema de la Republica Francesa, pero no he oido una palabra sobre la FRATERNIDAD, que por cierto es mi favorita de las tres famosas palabras. Porque precisamente de un uso sensible y considerado de la libertad de expresion nace la fraternidad. Ni mas o menos.

Jamas defendere el uso de la violencia por motivos religiosos o politicos ni la falta de dignidad de la mujer que hay en ciertas sociedades. Pero eso no quiere decir que no sea consciente que para ciertas religiones, es muy ofensivo que haga satira de su Dios. Y aunque tengo toda la libertad de hacerlo, yo he decidido no hacerlo, que soy de naturaleza burlona. Pero no por miedo ni porque nadie me intimide. Sino por pura fraternidad, como reza la gran Republica Francesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido amigo,
Cuando me dijiste que habías dejado una reflexión en tu blog, tras los asesinatos de París, intuí cual sería tu postura en cuanto a la sátira, por dónde iban a ir tus pensamientos, porque ya habíamos tocado el tema en una de nuestras numerosas conversaciones. La lectura de tu texto a confirmado mis sospechas.

Hoy como en aquella ocasión discrepo, hoy incluso más.

Me parece un tremendo error confundir fraternidad con autocensura, reducir la sátira a una frivolidad pueril utilizada de forma gratuita sin calcular sus consecuencias.

Al leerte pienso en Coluche, el difunto humorista francés fundador de los "Restaurants du coeurs" (restaurantes del corazón), comedores sociales repartidos por todo el país para ayudar a las familias sin recurso (un magnífico ejemplo de fraternidad). Coluche decía muy justamente "se puede reír de todo, pero no con todo el mundo". Él se reía de todo, sobretodo de los poderes, de las religiones, de los políticos, de los poderosos... y al mismo tiempo construía una asociación que se ha convertido en toda una institución en mi país, para ayudar a los más débiles.

Al leerte pienso en el inmenso Charlie Chaplin que rodó "El gran dictador" en 1940, una obra maestra de la sátira en pleno apogeo del Nazismo. Uno de los pocos valientes que se atrevieron a denunciar a Hitler, mediante la caricatura, entre 1933 y 1945.

La sátira puede ser gratuita y pueril, pero también es valentía cuando se usa para denunciar la injusticia, como acostumbra a hacerlo Charlie Hebdo y otras tantas publicaciones satíricas repartidas por el mundo.

Esa sátira es "Fraternité" con las victimas de dicha injusticia, es "Liberté" de expresión para denunciarla y es "Égalité" porque todos pillamos por igual, sea cual sea nuestro estatus social.

Al leerte, pienso también en otro magnífico caricaturista, tu ilustre compatriota Francisco de Goya que tuvo que exiliarse a Francia por ser demasiado "liberal" para los integristas católicos que recuperaron Madrid en 1823...No hace ni 200 años.

Ramón, porque eres mi amigo y te quiero como a un hermano (frater), siempre te digo lo que pienso, sin temor a herir tu sensibilidad... Sin autocensura.

Un enorme abrazo.
Olivier