1. No hay un camino único para lograr la excelencia. El resultado final suele ser la consecuencia del talento x esfuerzo. Si uno tiene más dotes naturales (Federer), tan sólo ha de dejarlos fluir de manera espontánea. Si otro es más limitado técnicamente (Nadal), el esfuerzo y el aprendizaje diario te puede hacer progresar tanto o más como al más dotado.
2. Para aprender y progresar, hay que ser humilde. Y Nadal lo es. Hace tiempo oí un dicho que decía que "la humildad es la verdad". Estoy de acuerdo. La humildad no debe basarse en la falta

3. No me cansaré de decirlo. Puedes codearte con los mejores y ser un caballero. No hace falta ser un tiburón sin escrúpulos, clase o generosidad para triunfar en tu campo. Incluso puedes llevarte de perlas con un competidor si sabes ser sano en la disputa y deportivo en las formas. Nadal y Federer son el ejemplo más diáfano de que esta aseveración no es una entelequia. En mi profesión he conocido a muchos líderes que no piensan así. Qué le vamos a hacer. Yo me he tomado muchas cervezas con gente que compite en mi campo de investigación, y esos buenos ratos no los cambio por nada.
(+1). Qué importante es tener un buen mentor en la vida profesional. Lo sé por propia experiencia, pues mis mentores profesionales fueron magníficos y mejoraron algunos de mis defectos. Toni Nadal es un excelente mentor. Tiene visión, centralidad emocional y sentido común, y lee muy bien el contexto y las circustancias. Sin él, rafa Nadal no sería el que es. Ni de largo.
1 comentario:
Pienso parecido a ti... siempre he preferido la opción de la sencillez y humildad a todo lo contrario.... Un beso :)
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