viernes, 27 de enero de 2012

3 + 1 enseñanzas del duelo Nadal-Federer

Esta mañana (horario americano) he visto un buen trozo del partido del Open de Australia entre Rafa Nadal y Roger Federer. Ya he hablado en este blog de ellos por separado y como pareja deportiva que forman. Después de ver el partido y la entrevista a pie de pista que Jim Curier le ha hecho a Nadal, he sacado en conjunto 3 + 1 enseñanzas que creo que son ilustrativas:

1. No hay un camino único para lograr la excelencia. El resultado final suele ser la consecuencia del talento x esfuerzo. Si uno tiene más dotes naturales (Federer), tan sólo ha de dejarlos fluir de manera espontánea. Si otro es más limitado técnicamente (Nadal), el esfuerzo y el aprendizaje diario te puede hacer progresar tanto o más como al más dotado.

2. Para aprender y progresar, hay que ser
humilde. Y Nadal lo es. Hace tiempo oí un dicho que decía que "la humildad es la verdad". Estoy de acuerdo. La humildad no debe basarse en la falta modestia o en negar la evidencia. Simplemente consiste en ser ecuánime y reconocer tus virtudes y limitaciones. En la entrevista a pie de pista tras ganar a Federer, Nadal reconoció lo evidente: el hecho de tener que enfrentarme a alguien mejor que yo me ha hecho tener que esforzarme y aprender mucho más en mi carrera. Es la realidad.

3. No me cansaré de decirlo. Puedes codearte con los mejores y ser un
caballero. No hace falta ser un tiburón sin escrúpulos, clase o generosidad para triunfar en tu campo. Incluso puedes llevarte de perlas con un competidor si sabes ser sano en la disputa y deportivo en las formas. Nadal y Federer son el ejemplo más diáfano de que esta aseveración no es una entelequia. En mi profesión he conocido a muchos líderes que no piensan así. Qué le vamos a hacer. Yo me he tomado muchas cervezas con gente que compite en mi campo de investigación, y esos buenos ratos no los cambio por nada.

(+1). Qué importante es tener un buen mentor en la vida profesional. Lo sé por propia experiencia, pues mis mentores profesionales fueron magníficos y mejoraron algunos de mis defectos. Toni Nadal es un excelente mentor. Tiene visión, centralidad emocional y sentido común, y lee muy bien el contexto y las circustancias. Sin él, rafa Nadal no sería el que es. Ni de largo.

1 comentario:

Estela dijo...

Pienso parecido a ti... siempre he preferido la opción de la sencillez y humildad a todo lo contrario.... Un beso :)